Tu perfume entre mis manos ahora impregnado… mágicamente me traslada a aquellas noches entre abril y mayo donde tu pelo, con el mismo olor, yacía entre mis dedos… como en ese abrazo, en ese amor silencioso… estaba presente… cuando la seguridad del mundo se reducía a esta princesa de corazón adolorido recostada sobre tu pecho y protegida entre tus brazos…
El aroma ronda por aquí… queda y sigue volando… hace sentir cierta certeza que saldrás de alguna puerta, me darás un beso y yo viviré feliz en ese instante… en aquel segundo que la tierra se detenga y así, tu y yo juntos… felices… y este aroma… este aroma que me recuerda a mi hogar… mi hogar que lo encontré en tu regazo… cerca de tu corazón, donde dejé mi alma…
Huele… y sólo con oler siento tus cabellos,
Huelo y te siento tan cerca…
Este aroma me evoca a tus abrazos,
Ahora ya tan distantes…
Y aún así…
Siento que te abrazo… (aunque ya no estés)
AHHHHHHHHH!!! Maldita agonía que ha de tenerme capturada por siempre en tu aroma celestial… MALDITA!...Cupido es mi opresor, y ésta maldita cadena mi condena eterna… de estar postrada ante la vaga idea de que la felicidad yace en tu alma, tal vez cerca de tu corazón… aunque los caminos del destino nos separan y estás en el continente más lejano hasta ahora…
Huele… y siento como este vacío me pudre y envenena… cómo… cómo quisiera odiarte!... llegar algún día a destruir los mejores días de mi vida… y aún en el fondo, te quiero por haberme dado esos momentos… por haberme hecho conocer ese lado de la vida… MALDITA SINCERIDAD Y BONDAD HUMANA!... quiero borrarte… VETE!... hasta que el terreno sea seguro, la vida nos mantendrá con un océano de distancia, que nace de mis ojos hasta Madrid… que seguirá creciendo hasta que el destino lo vea prudente… ADIOS!... sal (aunque ya estás afuera)… tal vez la soledad vuelva a rondar por aquí esta noche… me acompañara hasta muy tarde y me cubrirá de a pocos (cómo solías hacerlo…), de a pocos entraré en aquellos espacios oníricos… dónde tu silueta y tu nombre atormentan cada noche de mi vida, dónde despertaré esperanzada (…puedes creerlo?) de haberte visto… tocado… de saber que aún existes… y cuando despierte y vea la realidad… ese olor seguirá rondando mi cama… y la soledad volverá a cobijarme…
Aroma celestial… ¡¿por qué has de envenenarme tanto?!
El aroma ronda por aquí… queda y sigue volando… hace sentir cierta certeza que saldrás de alguna puerta, me darás un beso y yo viviré feliz en ese instante… en aquel segundo que la tierra se detenga y así, tu y yo juntos… felices… y este aroma… este aroma que me recuerda a mi hogar… mi hogar que lo encontré en tu regazo… cerca de tu corazón, donde dejé mi alma…
Huele… y sólo con oler siento tus cabellos,
Huelo y te siento tan cerca…
Este aroma me evoca a tus abrazos,
Ahora ya tan distantes…
Y aún así…
Siento que te abrazo… (aunque ya no estés)
AHHHHHHHHH!!! Maldita agonía que ha de tenerme capturada por siempre en tu aroma celestial… MALDITA!...Cupido es mi opresor, y ésta maldita cadena mi condena eterna… de estar postrada ante la vaga idea de que la felicidad yace en tu alma, tal vez cerca de tu corazón… aunque los caminos del destino nos separan y estás en el continente más lejano hasta ahora…
Huele… y siento como este vacío me pudre y envenena… cómo… cómo quisiera odiarte!... llegar algún día a destruir los mejores días de mi vida… y aún en el fondo, te quiero por haberme dado esos momentos… por haberme hecho conocer ese lado de la vida… MALDITA SINCERIDAD Y BONDAD HUMANA!... quiero borrarte… VETE!... hasta que el terreno sea seguro, la vida nos mantendrá con un océano de distancia, que nace de mis ojos hasta Madrid… que seguirá creciendo hasta que el destino lo vea prudente… ADIOS!... sal (aunque ya estás afuera)… tal vez la soledad vuelva a rondar por aquí esta noche… me acompañara hasta muy tarde y me cubrirá de a pocos (cómo solías hacerlo…), de a pocos entraré en aquellos espacios oníricos… dónde tu silueta y tu nombre atormentan cada noche de mi vida, dónde despertaré esperanzada (…puedes creerlo?) de haberte visto… tocado… de saber que aún existes… y cuando despierte y vea la realidad… ese olor seguirá rondando mi cama… y la soledad volverá a cobijarme…
Aroma celestial… ¡¿por qué has de envenenarme tanto?!
